Thursday, November 11, 2010

¿HEDONISTA YO?

Los seres humanos como individuos conformantes de un cúmulo de personas “organizadas”, esquematizadas y regidas por reglas “sociales”; desde el momento de nacer se ven en la obligación de realizar una especie de ciclo: Nacer, estudiar, trabajar, aparearse y pasar la vejez en algún sitio cálido - por aquello que el frío pega en los huesos - olvidados tal cual disco de Kiara, por nuestros seres “queridos” que no hace otra cosa que disfrutar el dinero que mucho de ustedes trabajaron (o trabajarán).
La vida es corta, asumiendo que empezamos a disfrutarla cuando adquirimos una comodidad económica a los treinta y tantos; y que sólo es aprovechable hasta que tenemos unos cincuenta y tantos… y como diría Carlos Gardel: “Que veinte años no es nada…”. Todos los seres humanos hemos nacido con la posibilidad de experimentar placer, el cual no es bueno, pero tampoco malo, simplemente existe. Lo bueno o lo malo del placer reside en cómo se busca y hasta dónde llega.
Si con mi comportamiento social, mi manera de pensar y actuar, mi actitud desenfadada ante la vida y mi constante búsqueda de placer mental, físico y emocional; me convierten en un hedonista, pues entonces si lo soy… Soy un hedonista.
¿Qué es ser hedonista? El hedonismo es la doctrina que propone el placer como el principal objetivo de vida y reduce todo a la búsqueda constante y exclusiva del mismo. Ahondando un poco en la historia, se sabe que las primeras teorías sobre el “placer” se formularon entre el 341 y el 270 a.c. La primera doctrina, expuesta por los Cirenaicos, plantea que los deseos personales deben ser satisfechos de inmediato sin importar los intereses de los demás. Los Epicúreos (seguidores del filósofo Epicuro de Samos) ó mejor conocidos como los Hedonistas Racionales, adoctrinaron una filosofía que a través de la historia fue tergiversada, hasta el punto de que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron una faceta y consiste en que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque para muchas personas el placer es concebido como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que “no todas las formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sensuales. Existen otras formas de placer que según él se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó que ningún placer es malo en sí, sólo que los medios para buscarlo pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error”.
A pesar de que la iglesia católica se opone rotundamente al hedonismo porque mina los valores espirituales, la fe, la moral y el sacrificio; elementos primordiales para el “crecimiento” como persona; yo considero que es mi actitud hedonista ante la vida, cosa que me hace feliz lo que me acerca realmente a Dios, si… sé que suena extraño, pero aquí se los voy a explicar en una simple ecuación:
Hedonismo = Placer
Placer = Felicidad
Entonces, la gente FELIZ produce endorfinas, las endorfinas no permiten que la gente se llene de IRA. La gente feliz es proactiva y enérgica, caso opuesto a la PEREZA. La gente feliz hace ejercicios, los ejercicios disminuyen la producción de la hormona insulina la cual es la causante muchas veces de la GULA. La gente feliz mantiene niveles de serotoninas altos, un neurotransmisor que aumenta el estado de sensación de bienestar y con ello reprimiendo la incontrolable LUJURIA. La gente feliz mantiene un estado anímico elevado que se traduce en optimismo y bienestar con la sociedad y con lo que desaparece la AVARICIA y ENVIDIA. La gente feliz es más racional y está consciente de que nadie es perfecto, desprendiéndose de ese sentimiento de superioridad que sólo trae consigo la VANIDAD… En resume, la gente feliz NO comete pecados y al no cometer pecados, estamos más cerca de Dios.
Es imprescindible tener bien en claro que no se trata de una vida llena de excesos y libertinaje, dejando a un lado las responsabilidades que tenemos para con los demás. Aquí unos tips que harán de su hedonismo una forma de vida y no una carga que conlleve a desastrosas consecuencias:
* Todos y cada unos de nuestros deseos, deben ser satisfechos de la manera más simple y económica posible.
* Los deseos de placer innecesario, deben ser satisfechos hasta la complacencia de nuestro corazón, no más allá, de lo contrario se convertirían en sibaritas.
* La búsqueda de ese placer no debe interferir ni poner en riesgo la salud, la amistad y la economía.
* Los deseos de bienestar innecesarios producen placer efímero. Estos deben ser evitados a toda costa.
El placer no es solamente la gratificación sensual o sexual como piensan la mayoría de las personas incultas - y me disculpan el insulto -, ya que existen placeres tan simples y deliciosos como comerse un buen pedazo de torta de chocolate. Incluso, la Madre Teresa de Calcuta y el siempre recordado pero no tan santo Juan Pablo II eran hedonistas, pues su mayor placer en esta vida giraba en torno al servicio a Dios y sus prójimos. Considero que la clave del hedonismo es simplemente aprender a distinguir verdaderamente entre placer y el sibaritismo y con ello tener una vida realmente placentera - legal y racional -, que perdure hasta nuestros últimos días.

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